Se un embajador de buena semilla

Las actuales sedes de Althea son una realidad gracias a las donaciones que muchas personas han hecho a lo largo de sesenta años, en trabajo, gestiones y dinero. Grupos promotores y un gran voluntariado hicieron posible un sueño que parecía imposible.

El sostenimiento de los programas y servicios también son posibles por las ayudas que miles de personas hacen para los programas. Althea tiene muy en cuenta también las oraciones de muchas personas para que este sueño siga haciéndose realidad.