Primer encuentro con Jesús: Colegio Integral Femenino, labor en Soacha, Cundinamarca. Conoce más aquí.
El primer encuentro con Jesús en Soacha
El domingo 10 de septiembre fue una gran fiesta para las 47 niñas y 5 niños niños de Soacha, con un encuentro con sus condiscípulos, profesores, padres de familia del Colegio Integral Femenino.
Por: María Isabel Mateus
La cita se programó para que los miércoles entre las 3 y las 5 de la tarde, el grupo de cuarto de primaria de El Colegio Integral Femenino, tuvieran la oportunidad de escuchar al capellán, a la profesora de Educación Religiosa y a un grupo de catequistas voluntarias, pero, sobre todo a realizar sus preguntas.
¿Quién es Dios? ¿Por qué estamos en este mundo? ¿Qué es la Biblia? ¿Qué son los sacramentos? ¿Qué es la Eucaristía? ¿Por qué debemos confesarnos? ¿Qué es un pecado venial?, entre otras, pero una muy importante, ¿Quién es Jesús?
Las inquietudes de los pequeñines de El Colegio Integral Femenino, localizado en Soacha, un municipio cercano de Bogotá y de casi un millón de habitantes, crecían a diario y en otro de los salones sus padres también participaron en las clases de catequesis porque todos estarían en la gran fiesta de la Primera Comunión que tendrían el 10 de septiembre.
Ese domingo, ataviadas con trajes blancos, guantes y cirios se presentaron 47 niñas y con sus vestidos con corbata, cinco pequeños, acudieron al oratorio del colegio a celebración de la Santa Misa y a recibir, por vez primera, al cuerpo y sangre de Jesucristo. Una fiesta que no olvidarán por muchos años.
El Colegio Integral Femenino es una institución educativa con 73 años de existencia y adscrita a la Asociación para la Enseñanza, Aspaen, recibe formación espiritual del Opus Dei, institución fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer.
En Soacha conviven también las dificultades económicas y sociales como ocurre en diversas partes del país, pero es un lugar con miles de personas dedicadas al trabajo y al desarrollo de sus familias.
Ese 10 de septiembre, los asistentes a la ceremonia escucharon también las palabras sobre el perdón y la fraternidad. “Yo les aseguro también, que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos'' (Mt 18:19). El Papa Francisco, desde Roma, antes del Ángelus disertó sobre el tema y dio un consejo: “Señalar con el dedo a las personas no es bueno; de hecho, a menudo hace más difícil que quien se ha equivocado reconozca su propio error. Más bien, la comunidad debe hacerle sentir a él o a ella que, a la vez que condena el error, está cerca de la persona con la oración y el afecto, siempre dispuesta a ofrecer el perdón, la comprensión, y a empezar de nuevo”.
Durante la catequesis, en muchas de sus charlas, recibieron consejos y enseñanzas de San Josemaría. Aprendieron también la oración “Comunión Espiritual” que acompañó a lo largo de su vida, como jaculatoria y como expresión de cariño para con el Señor.
Cuanto tenía diez años, el 23 de abril de 1912, San Josemaría recibió por primera vez la Comunión. El Señor “quiso venir a hacerse el dueño de mi corazón”, decía.
En su homilía: “Eucaristía, misterio de fe y amor”, San Josemaría relató cómo fue su encuentro con Jesús: Perdonad que de nuevo os cuente un recuerdo de mi infancia: una imagen que se difundió mucho en mi tierra, cuando S. Pío X impulsó la práctica de la comunión frecuente. Representaba a María adorando la Hostia santa. Hoy, como entonces y como siempre, Nuestra Señora nos enseña a tratar a Jesús, a reconocerle y a encontrarle en las diversas circunstancias del día y, de modo especial, en ese instante supremo —el tiempo se une con la eternidad— del Santo Sacrificio de la Misa: Jesús, con gesto de sacerdote eterno, atrae hacia sí todas las cosas, para colocarlas, divino afflante Spiritu, con el soplo del Espíritu Santo, en la presencia de Dios Padre.
El sacerdote felicitó a los 52 niños que tuvieron su primer encuentro con Jesús en su alma y les recordó un mensaje que pregonó durante su vida San Josemaría Escrivá de Balaguer: «Hemos de amar la Santa Misa que debe ser el centro de nuestro día. Si vivimos bien la Misa, ¿Cómo no continuar luego el resto de la jornada con el pensamiento en el Señor, con la comezón de no apartarnos de su presencia, para trabajar como Él trabajaba y amar como Él amaba?»
Ese domingo 10 de septiembre fue una gran fiesta para las 47 niñas y 5 niños niños de Soacha, con un encuentro con sus condiscípulos, profesores, padres de familia, pero sobre todo con Jesús dentro de su alma.