Desde nuestros Centros Culturales vivimos una Semana Santa comprometida: La invitación fue “vivir la Semana Santa como un personaje más”
En Roma, el Papa Francisco, se dirigió a los participantes de la UNIV 2024 –esos encuentros de universitarios inspirados por San Josemaría--diciendo: “Los invito a vivir estos días santos contemplando a Cristo crucificado, que con su ejemplo nos enseña a amar y a ser pacientes, en la espera gozosa de la Resurrección. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias».
Todos los años las iniciativas para vivir la Semana Santa en los centros y actividades que promueve el Opus Dei van unidas a las ideas que va dejando el Santo Padre durante la Cuaresma, en este 2024, son muchas las intenciones de petición y agradecimiento las que se unieron a la Semana Mayor, las intenciones del Papa, la paz de Colombia y el mundo, el trabajo por la comisión de servicios a la región en abril, las Semanas de trabajo en mayo, la visita del Prelado en agosto y claro, un gran aniversario, el 15 de abril se cumplen 70 años del inicio de la labor con mujeres del Opus Dei en Colombia, uno de los motivos de agradecimiento en esta Semana Mayor.
Aunque en todas las ciudades y pueblos en los que hay labor del Opus Dei hubo diferentes iniciativas, relacionamos solo algunas en esta nota y recomendamos leer "En Colombia una Semana Santa llena de agradecimientos e intenciones", en la que relacionamos otras más.
La propuesta para las participantes del curso de retiro de la Semana Santa, promovido por el Centro Cultural Catalpa de Cali, fue vivir esos días Santos metiéndose en las escenas del Evangelio cómo recomendaba San Josemaría, “como un personaje más”.
Cada participante escogió de manera aleatoria uno y reflexionaba sobre cómo fue su encuentro con el Señor, apoyadas en algunos textos sugeridos y en la Sagrada Escritura.
Mediante ratos de oración dirigidos por el sacerdote, charlas temáticas, espacios de lectura, prácticas de piedad como El Vía Crucis, el rezo del Santo Rosario y reflexión personal, transcurrieron los días Santos para este grupo de jóvenes universitarias y profesionales jóvenes provenientes de Cali, Pereira y Manizales.
Semanas de trabajo
Señoras de Santa Marta, Barranquilla y Cartagena estuvieron en retiro, pero también participaron de una convivencia para preparar las asambleas regionales que se llevarán a cabo en mayo.
Visitas hasta la medianoche
En el Centro el Cedro, en Bogotá, con quince días de anticipación, enviaron un video con los horarios y los modos de participar en las diferentes actividades de la Semana, sobre todo rezar ante el monumento, el vía crucis y acompañar al Señor en el Sagrario.
Uno de los encargos fue el de hacer los floreros. Una amiga del centro consiguió astromelias, pero cuando se acercaron los días, se marchitaron. Llamaron entonces a Mariela, la surtidora, quien se inquietó y entonces regaló rosas y flores nuevas para acompañar el altar.
El día jueves, en el que se visita el Monumento, el centro recibió personas hasta las doce de la noche. Decenas de familias enteras llegaron con piedad y sin afán para postrarse delante de Dios.
La participación en el coro tuvo un giro inesperado la Noche de Vigilia cuando un padre de familia se ofreció a tocar el órgano. No hubo mucho tiempo para ensayar, pero con la emoción que él tenía de lograr poder tocar en una Vigilia, sacó lo mejor de su talento. Era un sueño y por fin se hacía realidad.
Las Lecturas y algunos encargos los realizaron las familias. Este año hubo una breve explicación de cómo serían las celebraciones y las partes de las que estarían compuestas.
Una visita no esperada
En el Centro Cultural el Faro, en La Ceja, la sorpresa fue mayor. Decenas de familias que frecuentan el centro, hicieron su presencia en las ceremonias y la más concurrida fue la visita al Monumento. No quisieron dejar sólo al Señor. Las familias de las participantes en las actividades de El Faro, aprovecharon los días del triduo, para vivir en comunidad las tradiciones.
En Medellín
En el Centro Cultural Citara en Medellín, para vincular a las familias e irradiar el espíritu cristiano, organizaron un Vía Crucis mariano, que fueron intercalando con canciones relacionadas con la Pasión, al que asistieron muchas familias.
La idea era que los participantes vivieran esa devoción el viernes santo, fue un lugar ideal para rezar y prepararse espiritualmente para el triduo. Hubo mucho recogimiento y un espacio de encuentro de familias, chicas que asisten al centro llevaron a sus novios, a sus papas, amigos. muchos de ellos mientras estuvieron en las actividades pudieron ser atendidos por un sacerdote.
En Silvania hubo también un curso de retiro con chicas de Bucaramanga, Bogotá, Manizales, Pereira.
Fueron unos días de oración, de agradecimiento y de reflexión, unidos en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá. “La Semana Santa, por tanto, no puede ser un paréntesis sagrado en el contexto de un vivir movido sólo por intereses humanos: ha de ser una ocasión de ahondar en la hondura del Amor de Dios, para poder así, con la palabra y con las obras, mostrarlo a los hombres". (punto 97 del libro 'Es Cristo que pasa').